Observar a tus hijos en competencia puede ser de las experiencias emocionales más desgastantes. La cancha de tenis es un ambiente lleno de estrés y ver a tus hijos batallar y sufrir durante un partido pone a prueba el temperamento de cualquier padre aun de aquellos que pueden controlar perfectamente sus emociones en cualquier otra situación.
Les dejo 10 ideas que les servirán para manejar mejor esta situación:
- Muy probablemente tus emociones van a distorsionar tus observaciones y va a ser muy difícil que seas objetivo. Trata de distanciarte mentalmente después de un partido muy emocional y desarrolla una imagen clara de lo que realmente sucedió. Lo más probable es que las cosas no hayan sido tan buenas o tan malas como tú las percibiste originalmente.
2. Controlar las emociones no es fácil. A veces tu hijo/a va a perder un partido porque se puso nervioso/a. “Arrugarse” es parte del tenis, aun a nivel profesional. Si tú mismo tienes dificultades controlando tus emociones como observador, imagínate lo que tu hijo/a enfrenta en la cancha.
- Un bajo nivel de juego no refleja mal en los padres pero una conducta antideportiva sí. Sé estricto cuando tu hijo/a haga trampas, regale un partido, no respete al contrario o no se comporte adecuadamente en la cancha.
- Las cosas son como son. Cada partido no es más que una fotografía del nivel de juego de tu hijo/a en ese día, una combinación de las cosas que hizo bien y las cosas que hay que mejorar. Las palabras debería, hubiera, podría solo sirven para confundir la realidad y para evocar emociones negativas.
5. Perder es una parte integral del juego. En el tenis, aun en los niveles más altos, los jugadores profesionales pierden todas las semanas y uno de los aspectos más importantes en el desarrollo de jugadores es aprender a manejar las derrotas. Como padre hay que hacerse a la idea de que los hijos van a perder muchas veces. Si tu hijo/a no está perdiendo, quiere decir que los torneos que está jugando no tienen el nivel adecuado.
- Siempre habrá otra oportunidad. Es muy fácil sobrestimar la importancia del partido que se está jugando. La realidad es que siempre habrá otra oportunidad. Ganar o perder un partido nunca define la carrera de un jugador. Un jugador infantil o juvenil va a jugar cientos de partidos y fuera del orgullo herido – una derrota no tiene realmente consecuencias mayores. Un partido no es más que un partido!
7. El tenis es un deporte individual. ¡Tu hijo/a es el que juega, tú no estás jugando! “Nosotros” no jugamos el torneo, “Él o ella juega”. A pesar de que el apoyo de los padres es absolutamente indispensable para que los hijos puedan competir en el tenis, ellos son los únicos que están compitiendo. Las victorias y las derrotas son de ellos. Cuando usamos el “nosotros” la objetividad y el buen juicio tienden a perderse.
8. Es el partido de tu hijo/a, observa pero no te involucres. Deja que tu hijo/a y su contrario arreglen sus problemas. Aprender a resolver problemas en la cancha es una parte integral del juego. No le estás haciendo ningún favor a tu hijo/a al tratar de ayudarlo/a o defenderlo/a.
- Sé consiente de la progresión natural del aprendizaje. El aprendizaje ocurre en etapas. En la primera etapa el jugador entiende lo que debe hacer pero la ejecución en la práctica es inconsistente. Después de un tiempo el jugador puede ejecutar bien en práctica pero no muy bien en el partido y bastante mal bajo presión. Poco a poco la habilidad que se está aprendiendo se vuelve más consistente en el partido y finalmente bajo presión. Las crisis bajo presión son parte del proceso y no se pueden evitar. Evita decepciones teniendo esto en cuenta.
- Gajes del oficio. Independientemente de que tan bien te prepares para la competencia, habrá partidos en los que todo salga mal. Realmente no hay explicación y desde afuera de la cancha podría parecer absurdo, pero todo jugador de competencia ha vivido partidos en los que prácticamente se le “olvidó como jugar”. Cuando esto suceda, hay que olvidarlo y seguir adelante. Esto les ahorrará muchas horas tratando de buscar explicación para algo que no la tiene.
Manejado correctamente, el tenis de competencia es una excelente oportunidad para convivir con los hijos. Disfruta el proceso y ayuda a tus hijos a madurar a través de la competencia apoyando su esfuerzo y respetando el hecho de que estén dispuestos a enfrentar todos los obstáculos y dificultades a los que se enfrentan en la cancha.